Adicción a los medios entre adolescentes: "Lo que muchos se pierden es la aventura"

Cada vez más jóvenes buscan ayuda debido al uso excesivo de los medios. Los expertos advierten sobre un número creciente de casos de comportamiento problemático y consideran la falta de alternativas en la vida cotidiana como una causa principal.
Cada vez más jóvenes temen ser adictos a los medios. La mejor prevención es "mantener la vida lo más colorida y diversa posible", declaró a la APA Dominik Batthyány, director del Instituto de Adicciones Conductuales e Investigación sobre Adicciones de la Universidad Privada Sigmund Freud de Viena. Su asociación, Ergon, ofrece a niños y jóvenes opciones de terapia gratuitas y actividades grupales educativas experienciales, como tardes de juegos o entrenamiento de artes marciales. Muchos carecen de aventuras.
El servicio de emergencia psicosocial "Rat auf Draht" recibió más del 70 % de consultas sobre el uso excesivo de medios entre los jóvenes el año pasado. Muchos se preguntan si el tiempo que dedican a los juegos en línea y las redes sociales ya se considera una adicción, según informó "Rat auf Draht" en junio. Según un estudio austriaco para los "Días de la Salud Mental", publicado a principios de año, los adolescentes encuestados, con una edad promedio de 14 años, pasan un promedio de cuatro horas al día en sus teléfonos inteligentes. Sin embargo, el tiempo frente a la pantalla por sí solo no indica si alguien es adicto a los medios o no, explicó Batthyány.
Según el psicoterapeuta, esta función es crucial: si se usa el teléfono inteligente o los juegos en línea, por ejemplo, para disipar pensamientos negativos o afrontar mejor situaciones difíciles, funciona como una especie de automedicación que permite adormecerse o compensar déficits. Cuando el uso de los medios se convierte en la principal estrategia para resolver problemas, se vuelve problemático.
El comportamiento excesivo, como cuando los jóvenes juegan videojuegos toda la noche, la pérdida de control y el impacto negativo en otras áreas de la vida también son signos de adicción. Ejemplos típicos, según Batthyány, son cuando los niños tienen un peor rendimiento escolar o en otras aficiones, y los amigos ya no tienen importancia. «Se exagera totalmente la importancia del juego». Si se cumplen varios de estos criterios y persisten durante más de doce meses, se habla de comportamiento adictivo.
Según el psicoterapeuta, las personas con diagnóstico de TDAH, autismo, depresión o ansiedad corren un riesgo especial de desarrollar adicción a los medios. «A menudo, el comportamiento mediático se superpone a los problemas existentes como estrategia de resolución». Cuanto más se utiliza esta estrategia, más se debilitan las demás. «Por eso es fundamental intentar que la vida de las personas sea lo más colorida y diversa posible. Que haya mucho que les interese y les traiga alegría. Esa es la mejor prevención».
Es difícil evaluar cuántas personas en Austria son adictas a los medios, ya que no existen estudios válidos, afirmó el experto. Sin embargo, desde la llegada del teléfono inteligente, mucho ha cambiado, ya que siempre se puede llevar el dispositivo consigo y existen muchas más posibilidades y aplicaciones. "Aquí siempre debemos distinguir: ¿es el niño realmente adicto o la familia aún no ha logrado encontrar un marco para el uso del teléfono inteligente?". Esto último puede generar conflictos cuando los padres castigan o recompensan con el tiempo dedicado a los medios.
Sin embargo, a menudo también falta comprensión: Antes, las madres y los padres no interrumpían el partido de fútbol de un niño cuando la cena estaba lista, ilustró Batthyány. Esto es más probable que ocurra con un videojuego. «Los niños y adolescentes también deberían aprender a manejar los medios de comunicación por sí mismos y a conocer sus límites. Pero sigo considerando importante un marco que los proteja, les brinde seguridad y orientación», afirmó. Este marco varía según la familia y también puede ser más relajado, como ocurre actualmente durante las vacaciones de verano. Pero así como la variedad es importante en una dieta saludable, los niños y adolescentes también deberían hacer muchas cosas diferentes en su tiempo libre.
El consumo problemático de medios en niños y adolescentes, así como en adultos, se trata en la Clínica Universitaria de Consultas Externas de la Universidad Privada Sigmund Freud de Viena mediante terapia de conversación. Además, existen grupos de autoayuda, tanto en línea como presenciales. Junto con un colega, Batthyány también fundó la asociación Ergon, cuyos servicios cuentan con el apoyo de la Coordinación de Adicciones y Drogas de Viena y que ofrece plazas de terapia gratuitas para niños, adolescentes y adultos.
Además del diagnóstico psiquiátrico, que determina la presencia de otros problemas psicológicos, también se ofrecen actividades grupales para niños y adolescentes. Durante las tardes de juego y el entrenamiento de artes marciales, los niños aprenden a sentirse a sí mismos, a establecer límites, a cuidar de los demás y a divertirse juntos. Porque eso es lo que muchos extrañan: la aventura.
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